evasalaspsiquiatra

lunes, 29 de julio de 2019

¿QUIEN ES UN INVESTIGADOR CIENTIFICO?

Dr. Luis Arocha Mariño. Quito, Julio, 2019

A Oscar Rodríguez Suárez, mago en el arte de persistir con ahínco, cuando el resto dábamos el juego por perdido.  

Cierto amigo se conmueve hasta las lágrimas cada vez que visita a su padre. Conoce muy bien el padecimiento que cada día lo aísla más y más de este mundo y de sus seres queridos: decidimos llamarlo, en la comunidad científica, Mal de Alhzeimer, en honor al primero que describió hace más de un siglo, Aloise Alzheimer, este terrible mal que ahora en pleno siglo XXI nos amenaza a todos sin el menor recato.
Mi amigo es un experto neurólogo que ha dedicado gran parte de su vida al estudio pormenorizado de éste y otros terribles trastornos  que aquejan a la humanidad, haciendo horrendamente vulnerable a nuestro querido cerebro -centro matergial operativo de toma de decisiones de nuestro cuerpo, mente y espíritu- y al cual dedica muchas horas de su atención, bien leyendo literatura al respecto, asistiendo al laboratorio donde juega inteligentemente con raticas prestadas para explorar vías de profundización en el conocimiento y dominio de los procesos fisio(pato)lógicos involucrados en el deterioro neurológico o/y asistiendo al hospital para, junto a otros colegas, intentar sortear los cursos inherentes a los morbos que aquejan a diversas personas, limitando sus posibilidades y oportunidades de navegar con libertad por la vida.  Este trabajo lo lleva a cabo con entusiasmo, amor y entrega optimista y total.
Sin embargo, cuando está frente a su padre, mirando y escuchando como éste le pregunta una y otra vez con la mirada vacía ¿y… cuándo llegaste? ¿cómo es su nombre? ¿quién es ud? ¿por qué llora? Es como si todo se le olvidara, como si deseara que se abriera el piso debajo de él y la tierra lo tragara… Olvida momentáneamente quién es él mismo y ojalá no se hubiese entregado en cuerpo y alma a esos estudios, desarrollos y tantas líneas colocadas en “papers” internacionales, a veces inútiles. En esos momentos, es como si un lobo hambriento le mordiera el corazón. Todos los códigos genéticos vinculados con la sabiduría quedan en suspenso durante la visita. 
A pesar de ello, cuando respira profundo, termina la cita y se va alejando, la energía de la entrega y la persistencia hacen que los mismos códigos cerebrales comiencen a tipiar en su cabeza y su corazón unas primeras claves que lo regresan a su maravillosa empresa a favor de la humanidad: MIHALY CSIKSZENTMIHALYI (invitamos a los lectores a “googlear” estas claves de comprensión mayor de quien es un auténtico investigador científico, aquel que nos permite fluir por el maravilloso espacio de la sabiduría humana, principio útil de los avances hacia una vida plena, saludable, vivible y feliz). 
      

AISLAMIENTO Y SOLEDAD EN LA HOSPITALIZACION

Dra. Eva Salas Psiquiatra - Psicoterapeuta Soy Medico Cirujano- Psiquiatra - Terapeuta en Constellaciones familiares- Terapeuta Gestalt- Terapeuta Cognitivo Conductual- Musicoterapeuta- Terapeuta en Vidas Pasadas, realizo talleres de Autoestima, de comunicacion Efectiva, talleres de constelaciones familiares, trabajo terapeutico con el niño interno

 

El aislamiento hospitalario representa una amenaza para la supervivencia

AUTOR: EVA SALAS

 

Hace aproximadamente 4 meses fui hospitalizada por Covid 19, permanecí por una semana inconsciente, fuera de toda realidad, al entrar en contacto con mi entorno me conseguí con una situación muy desagradable, estoy aislada dentro de la habitación, acompañada de 4 señoras que estaban igual o peor que yo, nadie hablaba, todas estábamos con mascarillas con oxígeno, no podíamos pararnos, ni siquiera para el baño, nadie venía a vernos ni médicos ni enfermeras, solo las señoras camareras que limpiaban de vez en cuando, si había agua; llego un momento en que esta situación me afectó de tal manera que me sentí muy triste porque no sabía nada de mi familia, y los alimentos tenían que ser traídos por los familiares y de repente  no tenía que comer;  algunas de las pacientes que estaban ahí fallecieron, ingresando a otras; el solo hecho de sentir tal soledad por el aislamiento me puso a reflexionar sobre esta situación que era una mala práctica, dejar al paciente sin contacto familiar, aunque sea por teléfono, el prohibir la deambulación aunque sea de a poco a poco, es una condena a la atrofia muscular a la debilidad y  al deterioro general que va generando una condición propicia para cualquier efecto secundario.

 

El Dr. Danilo Bzdok conjuntamente con Dr. Robin J.M. Dumbar, publicaron en la revista “Trends in cognitive sciencis” un estudio que dice:

“El aislamiento social es un predictor significativo del riesgo de muerte…; La estimulación social insuficiente afecta el razonamiento y el rendimiento de la memoria…; La soledad perjudica directamente el sistema inmune…”

 

El Dr. Tomova L., Wang, K.L. Thompson et al, fuente: (2020) presentaron una investigación donde comprobaron que durante el aislamiento las personas se sienten muy solas ansiosas y casi hambrientas de interacción social.

 

Es importante señalar que el neurocientifico Jhon Cocioppo publicó en la Academia of Medical Royal Colleges (2015) lo siguiente:

“La sensación de soledad ha evolucionado como una señal de alarma, ya que perjudica directamente al sistema inmunitario, haciéndose menos resistente a enfermedades e infecciones”. El aislamiento social tanto agudo como crónico y la soledad están asociados con una menor salud física y mental.

 

En conclusión, vemos que los meses de aislamiento e inactividad física, social y cognitiva, sin obtener información de ¿cómo estamos?, de los familiares, sin sentir apoyo y desmotivados, son variables que no contribuyen con el bienestar general y solo incentivan la soledad, disminuyen el sistema inmunológico y si no se logra superar llegamos hasta la muerte. Por lo tanto, es importante cambiar las pautas de mantener aislados a los pacientes hospitalizados permitiéndoles el uso de celulares, recibir rehabilitación física mientras se encuentra postrado en cama para evitar debilidad muscular, atrofia muscular, problemas vasculares, cognitivos y permitir que los familiares puedan llevar los alimentos en cualquier hora. En pocas palabras” la soledad mata